2 de enero de 2015

Hora santa en el mes de Enero


Y EL VERBO SE HIZO HOMBRE

1 - Jesús, te adoro porque te hiciste hombre.
Jesús, te amo, porque amaste al mundo y viniste entre nosotros.
Jesús, creo en Ti, porque te privaste de la gloria celestial para estar con nosotros.

2 - Jesús, bendito sea el instante cuando desde la eternidad, en tu eterno amor, decidiste hacerte hombre, cuando decidiste dejar la gloria como unigénito, gloria que tenías con tu Padre y decidiste ser semejante a nosotros, en todo, excepto en el pecado. Bendito seas, porque nos amaste desde la eternidad con un amor inconmensurable.
Bendito y glorificado seas, Jesús, cuando dejaste la luz eterna y decidiste entrar en la oscuridad de este mundo y ser la luz del mundo, la que nos lleva a la vida eterna.
Haz que mi corazón cante a la sabiduría eterna, por la cual trajiste la irrevocable decisión de aniquilar la locura del mundo.
- Jesús, te alabo y glorifico por tu decisión de convertirte en hombre. (Esta invocación la repito interiormente)



3 - Haz que sean bendecidas todas las palabras proféticas por las cuales fue anunciada tu venida. Con tu venida comenzó el tiempo nuevo: mejor y bello. Así, el profeta Isaías, mirando tu venida recita :“Que el desierto y el sequedal se alegren, regocíjese la estepa y la florezca como flor; estalle en flor y se regocije hasta lanzar gritos de júbilo. La gloria del Líbano le ha sido dada, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Se verá la gloria de Yahveh, el esplendor de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes. Decid a los de corazón intranquilo:
¡Animo, no temáis! Mirad que vuestro Dios viene vengador; es la recompensa de Dios, él vendrá y os salvará. Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, y las orejas de los sordos se abrirán. Entonces saltará el cojo como ciervo, y la lengua del mudo lanzará gritos de júbilo. Pues serán alumbradas en el desierto aguas, y torrentes en la estepa, se trocará la tierra abrasada en estanque, y el país árido en manantial de aguas”. (Isaías 35,1-7)
-Jesús, me alegra el anuncio de tu venida, porque Tú vienes a salvar. (Esta invocación la repito interiormente)

4 - Jesús, Bendito seas, cuando te decidiste por María, como Madre y cuando anticipadamente por sus méritos, la preservaste del pecado original y de todo otro pecado. Con ella te adoro y glorifico, porque el amor triunfó en su vida. María, contigo glorifico la decisión de Jesús, la cual la anunció el profeta al escribir:
Dijo Isaías: «Oíd, pues, casa de David: ¿Os parece poco cansar a los hombres, que cansáis también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.(Isaías 7,13-14a)
Me alegro, María, porque Tú eres la virgen elegida, de la cual habló el profeta. Tú eres virgen y madre. Cuando en tu niñez servías en el templo, como consagrada, orabas y ayunabas, anhelando al Mesías, al Emanuel, así como tu pueblo. Tú no presentías que eras la elegida.
- Jesús, Te glorifico y bendigo con María, porque es la Madre elegida. (Esta invocación la repito interiormente)

5 - María, haz que sea bendecido aquel instante en que el ángel Gabriel fue enviado para anunciarte el mensaje gozoso. Había llegado el tiempo de la venida del Mesías. Haz que sea bendito el instante en que Tú, María, comprendiste que Tú eras la elegida.
San Lucas nos dejó escrito
“Y entrando el ángel le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.» Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.».(San Lucas 1,26-38)
- Jesús, te adoro y con María te ruego :”hágase en mi según tu Palabra” (Esta invocación la repito interiormente)

6 - Jesús, Bendito y glorificado sea el instante en que con la fuerza del Espíritu Santo fuiste hecho hombre en el vientre de María Virgen y su corazón fue morada tuya. Te adoro en el misterio de la encarnación, el instante en que entraste a este mundo.
María, en su humildad y obediencia, dijo: “Hágase en mi” y Tú pudiste entrar a este mundo. Con tu ingreso a este mundo se abrió el nuevo camino del hombre para con Dios.
Fuiste el Emanuel-Dios con nosotros- y así nuevamente Dios habitó con el hombre, rectificando así el curso de la historia, desde el instante del primer pecado, quedando en tinieblas. Porque el hombre no soportó la presencia de Dios, porque se escondió y se asustó, porque no supo mantener la amistad.
Te doy gracias Jesús, por estar con nosotros, con toda la Iglesia.
Himno

7 -Jesús palabra de Dios hecha carne, haz que sea bendito aquel momento en que tu Madre María, fue Desde Nazaret a visitar a su prima Isabel. A ella el amor la inspiró y partió de viaje, para esta cerca de Isabel, la cual en su vejez esperaba un niño.
Bendito sea cada paso de María, porque te llevó y paseó por todo el mundo, porque ella con tu encarnación fue el primer Tabernáculo, el lugar de su morada.
María, bendito sea el momento en que Isabel te bendijo y alabó porque en Ti reconoció a la Madre de su Dios.
Bendito sea el momento en que tu alma saltó de alegría en el encuentro con Isabel y el niño en su vientre fue liberado de los pecados y de sus consecuencias.-
Deseo ahora unirme a ti, Isabel, y alabar la grandeza del Señor:
«Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como había anunciado a nuestros padres – en favor de Abraham y de su linaje por los siglos.» (Lucas 1,46-55)
- Jesús, con María mi alma te magnifica y mi espíritu se alegra porque Tú estas aquí presente. (Esta invocación la repito interiormente)

8 - Jesús, te adoro porque Tú eres mi Dios, concebido en el veinte de María Virgen. Tú crecías bajo su corazón desarrollándote, como todo niño, en el vientre de su madre.
Jesús, sé que Tú te instalaste en mi desde mi bautismo, para que en mi corazón vivas. Deseo que continúes creciendo y desarrollándote. Deseo que mi alma sea morada acogedora para Ti. Por eso, límpiame para que realmente puedas morar en mi.
Jesús, quita de mí aquello que me molesta en el crecimiento de Ti. Tú, Jesús, quita, limpia mi alma, mi corazón y todo mi ser para que sea yo tabernáculo de tu presencia. Deseo que mi alma y mi corazón sean para Ti prefigura de la tuya. Haz que aquello que está herido y desfigurado en mí ahora sea apartado, para que Tú puedas crecer en mi y que yo pueda ser semejante a Ti.
- Jesús, haz que mi vida sea el lugar de tu morada. (Esta invocación la repito interiormente)

9- Jesús, sé que estás presente en cada cristiano por haber sido inmersos en tu muerte. Bendito seas por todos aquellos que se han puesto a tu disposición en su alma y corazón, así Tú creces y desarrollas hasta la plenitud. Bendito seas en todos aquellos que permitieron que crezcas en ellos y totalmente te recibieron en sus vidas, porque les darás la gracia y Tú morarás en ellos y serás su Dios y ellos tu pueblo. Te magnifico porque sanarás el alma y el cuerpo y harás que los corazones sean liberados para Ti.
(Interiormente medito sobre las personas por las que oro, por las que soy responsable, por los que esperan mi ayuda y por los que alguna vez los ignoré o los induje al pecado)


10 - Jesús, Palabra encarnada en el vientre de María, creo que estás aquí presente. Dí una palabra para que sane mi alma y cuerpo. Sáname, para que siempre pueda ser el templo de tu presencia, para que en mí puedas morar. Sana todos los corazones y almas, familias y comunidades. Bendice a toda la Iglesia, para que ella sea plenamente tu cuerpo y el templo de tu presencia en este mundo. Bendice y sana a todos los enfermos. A Ti, que por tu encarnación te quedaste con nosotros. Bendito seas y alabado, honor y gloria, y toda bendición porque Tú vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amen

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